Desde que mis hijos eran muy bebés me acostumbré a leerles
en voz alta. Les leía un pequeño libro y les platicaba sobre las imágenes. Conforme
fueron creciendo continuamos con este hábito. Por las tardes nos sentábamos
en la sala a leer por un buen rato, y a la hora de dormir leíamos otra
historia. Si llegaba alguien a visitarnos, mis hijos le traían un libro y le
pedía que les leyera. Hoy que los mayores ya son adolescentes, sigo
cosechando buenos frutos de esta práctica. Éstos son algunos de los beneficios que he visto:
Estrechar lazos familiares
Mucho se ha hablado de la importancia de
pasar tiempo de calidad con nuestros hijos. Bueno, la lectura es una forma de
hacerlo. Tus hijos se acurrucan contigo en el sillón o en la cama para leer, se
sienten relajados, se propicia un momento de confianza. Ellos ven que tú les
dedicas tiempo y saben que pueden confiar en ti. Leer en voz alta a tus hijos
es un forma silenciosa de decirles cuanto los amas.
Conversaciones profundas
Los libros nos han dado temas valiosos para conversar. Los niños naturalmente hacen preguntas. La lectura nos lleva a preguntarnos que hubiéramos hecho en la misma situación del personaje, a ponernos
en el lugar de otro, a entender otras culturas y costumbres. Hace poco leímos
Sadako y las mil grullas de papel, un pequeño libro que cuenta la historia de
una niña que vivió durante la explosión de la bomba atómica en Hiroshima. Ella y su familia
sobrevivieron, pero con el paso del tiempo la niña enfermó de leucemia. Ese
libro de menos de cien páginas nos llevó a reflexionar sobre el bien y el mal, el
sufrimiento, la cultura japonesa, las enfermedades causadas por exposición a la radiación y otras cosas más. Son conversaciones que si no fuera por un libro, difícilmente
las hubiéramos tenido.
Desarrollo de la atención y la memoria
Veo una gran diferencia en los niveles de
atención de mis hijos. A los dos más grandes les leí mucho en sus años
preescolares, jugaban durante horas y rara vez usaban pantallas. Ellos retienen información con poco esfuerzo, recuerdan datos y detalles de cosas que han
escuchado o leído con facilidad. A mi hija menor también le leía, con un
poco menos de frecuencia ya que con tres hijos los días eran más ocupados. A
ella le tocó la era del iPad, creció con juegos interactivos y aplicaciones
educativas. Sin embargo, veo que su nivel de atención y memoria es menor que el de sus hermanos. No culpo a la tecnología, porque también es
una herramienta de aprendizaje, pero esto me hizo ver que el tiempo de
lectura con los niños es insustituible.
Incremento del vocabulario y conocimientos
Los niños pequeños tienden a usar un
lenguaje muy sencillo. Su repertorio de palabras crece de dos formas:
conversando con adultos o niños más grandes, y aprendiendo de los libros.
Cuando les damos libros a los niños para que lean solitos debemos considerar su
edad. Los libros suelen traer un rango de edad recomendado, ya sea por el nivel de
vocabulario o por la temática del texto. Sin embargo, cuando leemos en voz alta
a los niños podemos usar libros más avanzados y de esta forma introducirlos a
un vocabulario más amplio. Por ejemplo, cuando le lees a tu hijo la biografía de
un científico o una enciclopedia de animales le estas dando nuevos temas y
palabras que el aprenderá de forma muy natural.
Desarrollo de la imaginación y la creatividad
¿No te pasa que cuando lees visualizas la
historia? A los niños les sucede lo mismo, ellos imaginan los personajes, los
lugares y los eventos. A través de la lectura pueden experimentar situaciones
aunque nunca han estado en ellas. Los chicos que leen suelen ser muy creativos a la hora de escribir. No les es tan difícil crear una historia
o un personaje, ya que en su mente tienen una gran variedad de ejemplos en que
inspirarse.
Fomenta el amor por la lectura
Nada te puede garantizar que a tu hijo le
va a gustar leer. Eso depende de varios factores. El hecho de que tú le
muestres la belleza de los libros puede ayudar enormemente. Si ellos ven que tú
disfrutas de leer y les muestras lo interesante que puede ser un libro, tendrán
más posibilidades de convertirse en amantes de la lectura. He trabajado con niños a lo largo de mi vida y he visto que a la mayoría no les gusta
leer porque nunca les han leído. En su casa no hay libros; mamá y papá no les
leen, y si lo hacen, lo hacen como una tarea y no como un deleite. La lectura es una actividad quieta, los niños
que son muy activos no le encontrarán sentido si no se los mostramos nosotros.
Existen otros beneficios de la lectura, pero no escribiré
más porque abundan los artículos sobre este tema. Estos son algunos de los que
he visto de forma más marcada en mi familia y espero que pronto lo veas también
en la tuya.
Muchas gracias ,desde mi punto de vista si me aplica lo que dices en tu artículo ya que yo veo la diferencia entre mi dos hijas a la mayor muy poco le leía y ella es un poco despistada en cambio mi hija menor es buena para retener yo a ella desde muy pequeña le leo y waooo su memoria su letra, su creatividad me deja asombrada por que si muchos padres los aplicarán se darían cuenta lo bueno que es leer y leerles.
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